jueves, 20 de septiembre de 2018

CARTA PARA OSUNA


¡¡¡¡QUERIDO OSUNA!!!!


Te escribo para pedirte disculpas y, a la vez, darte las gracias.

Disculpas por si alguna vez he tenido una mala visión de tu trabajo, de tu valentía y de tu dedicación, por tener miedo a confiar en alguien que mata y muere por defender su país. Pero, me paro a pensar cómo es tu vida: llena de disciplina, preparación y entrega a un territorio y su gente, a completos desconocidos para ti y me pregunto: ¿cómo puedo tenerte miedo?

Tal vez te tenga miedo porque no te comprenda, porque no soy capaz de empatizar contigo, porque no sepa realmente lo que es ser militar.

No recuerdo cuando por primera vez oí hablar del ejército, de un militar. Tampoco recuerdo cuál fue la visión que tuve en ese momento, tal vez era la misma sensación de desasosiego que tengo ahora.
Pero, me paro a mirar fotos de tropas, de soldados, de juras de bandera y me emociono. Me emociono al ver el sentimiento de solidaridad y responsabilidad que las miradas, los gestos y las acciones transmiten. Me emociono al intentar sentir cada uno de los valores por los que defienden nuestra bandera. Me emociono por creerme capaz de entender un poco más cuál es tu trabajo.

Entonces pienso, tal vez esa sensación de miedo, incertidumbre, desasosiego, sea solo una fachada y lo que verdaderamente siento es admiración. Admiración por ser capaces de a MÉXICO servir hasta morir, de ser cada día más valientes, de encararse con la muerte por defender un país. Admiración por todo lo que he tenido miedo antes.

Admiro los valores por los que un mismo sentimiento nos une. La integridad, la honestidad y la justicia que nos guían a trabajar unidos, a olvidar el significado del pronombre yo, a cambiarlo por el nosotros. Por esa disciplina que desde que te alistas nos une. Por ese espíritu de superación cuando otros soldados caen y por el liderazgo que tenéis, gracias al esfuerzo con el que te preparas y luchas. Y por ese sacrificio, obediencia y respeto a tus superiores.

Vuelvo a pensar en tu gran labor. Por luchar para conseguir la paz, por ser tan necesario tu trabajo aunque nos cueste reconocerlo, tal vez porque no lo sentimos ni lo vivimos, o por tener miedo a confiar en ustedes.

Para finalizar, quiero darte las gracias. Gracias por despertar en mí un sentimiento patriótico, por no tener miedo a decir que soy mexicana. Gracias por enseñarme a amar una bandera, un país y una profesión como la tuya. Gracias por defender a mi país y a mi gente y por hacer que me sienta segura y orgullosa de tu trabajo.

Gracias por ser un militar, por irte lejos y, a la vez, sentirte tan cerca. Gracias»


martes, 4 de septiembre de 2018

5 cosas que hacemos cuando nos enamoramos

                          


Hay ocasiones en las que nosotras las mujeres no decimos abiertamente lo que sentimos por ti, pero el sentimiento es latente, está ahí, y tanto es cierto, que lo demostramos sin que, tal vez, lo notes. A veces no es necesario profesar amor en redes sociales cuando lo puedes hacer en la cotidianidad. En redes sociales todos se aman, todos llevan una perfecta, pero vemos casos de mujeres y hombres enamorándose cada tres mes. Y no todos somos así, existimos quienes creemos en la privacidad, en la demostración real, sincera, cara a cara. Así que si estás leyendo, y alguien hizo esto por ti, o hace esto por ti, es porque se trata de amor puro.

  • No importa de qué se trate, siempre nos interesará saber tu opinión. Lo que piensas, nos interesa. Sobre cocina, política, economía, literatura, sobre lo que sea, poder entenderte y conocerte es fundamental si estamos enamoradas.
  • Siempre hablaremos de ti al mundo porque nos encanta que sepan que salimos con alguien muy importante, alguien que nos complemente. Aunque claro, no siempre lo expresamos con palabras, a veces nuestras acciones dicen más.
  • Te sorprenderemos sin importar fechas. Nos encanta hacer feliz a la persona que queremos. Una sonrisa siempre será la mejor forma de pago.
  • Aprendemos de ti porque te admiramos. Intentamos tomar lo mejor de ti y aplicarlo a nuestra vida. No es capricho, es admiración.
  • Viviremos al máximo cada instante juntos. No importa cómo, pero cada vez que compartimos tiempo juntos, te hacemos saber lo importante que eres y lo feliz que somos contigo.

cuando por fin me amé

El amor que merezco es mucho más que un nuevo éxito de Hollywood, es mucho más que una canción famosa, es mucho más que una carta de amor llena de promesas. Entendí que merecía un hombre que estuviera dispuesto a solucionar toda diferencia y conflicto que encontráramos en el camino. Alguien que quisiera tomar mi mano y guiarme cuando no conociera la ruta y alguien que también quisiera seguirme. Alguien que apoye mis metas y ambiciones, alguien que crea que soy maravillosa sin importar como me vea. El amor que merezco es un amor que no sabe de condiciones, un amor que se niega a decir “te amaré sólo si…” o “te amaré más si haces esto o aquello”. Merezco un amor que sea, un amor que crezca con el tiempo, un amor que cobije y que comprenda. Merezco alguien que me adore, que conozca mis defectos y virtudes e incluso esos horribles malos hábitos que no me gustan tanto y que, sin embargo, me ame. No hablo de alguien que crea que soy perfecta porque la perfección no existe y usualmente sólo causa estragos con su irrealidad, me refiero a alguien que esté dispuesto a verme como el ser humano increíble que soy. Merezco un amor que me dé prioridad, alguien que esté dispuesto de vez en cuando a dejar de lado todos sus planes porque preferiría quedarse conmigo y disfrutando de mi compañía. Merezco a alguien que esté conmigo cada vez que lo necesite, un amor tan honesto y puro que nunca tendré que adivinar qué es lo que realmente siente. Merezco ser tratada con amor, con cuidado, con respeto. Merezco alguien que quiera hacerme feliz y que quiera ser feliz conmigo. Merezco un amor real y no un amor de película, porque esos no siempre se adaptan bien a la vida de verdad. Cuando me conocí, cuando me amé, cuando supe qué quería para mi vida y esperé, encontré ese amor, un amor sano, incondicional y natural; el amor que merezco, un amor que no esperaba y mucho menos buscaba, pero que llegó cuando yo ya era feliz y vino para compartir mi felicidad y su felicidad, dos seres completos aportando uno a la vida del otro y creciendo aún más juntos; ni siquiera había tenido el tiempo para imaginar que una persona así llegase a mi vida y hasta hoy ha sido esa linda sorpresa y quién me ha hecho entender por qué no funcionó con nadie más…